Aunque pueda parecer extraño, es así: algunas de las sanciones de tráfico, son por incumplir la normativa que tiene como primer objetivo la seguridad vital de los conductores y ocupantes del propio vehículo sancionable. Conducir sin Cinturón de seguridad en el caso de los vehículos carrozados o sin casco en las motos, perjudica en primer y principal lugar a las personas sancionadas, aunque existe una cuestión de índole social, al provocar daños en las víctimas que cuestan a las arcas del estado mucho dinero, y que serían minimizados dichos costes si los daños fueran menores al utilizar estos medios de protección directa.

En el caso de la utilización del casco en los conductores de motocicletas, es cierto que ya es muy difícil encontrar en carretera o incluso en ciudad motoristas sin dicha protección, aunque en zonas residenciales de veraneo, sobre todo en levante y sur peninsular, los más jóvenes conductores de ciclomotores, en ocasiones comenten dicha imprudencia. Las lesiones en caso de accidente son muy graves, incluso mortales en muchos casos, de ahí que su utilización sea inexcusable. El Cinturón de seguridad, ha sido levemente más discutido sobre todo en un inicio, pero hoy nadie duda de su necesidad y operatividad. Existen dos casos en los que se permite no usarlo: en el caso de niños, que hasta los 12 años han de llevar otro tipo de protección homologada según su edad, y aquellas personas que viajen en un vehículo no dotado de dicho sistema al no ser obligatorio cuando fue adquirido – pocos quedan en nuestro país, pero la ley permite esta salvedad-. Cierto es, lo miremos de una u otra forma, que estas sanciones buscan nuestra protección, y aunque en ocasiones nos parezcan innecesarias, siempre es mejor «prevenir que lamentar».   Dos interesantes artículos de la FUNDACIÓN MAPFRE para quienes quieran completar  información. – Sanciones: conducir sin cinturón. – Sanciones: conducir sin casco.